¿Qué ingredientes debe tener una buena historia?
Como todo en literatura, no hay verdades inquebrantables, sino sugerencias, consejos. Algunas indicaciones pueden ser útiles para contar una historia, sin embargo en otro texto tal vez funcione mejor justo lo contrario. ¿Cuándo usar unas técnicas y cuándo otras? Es algo que el escritor debe experimentar hasta encontrar su propio camino. Lo que me vale a mí tal vez no sea lo mejor para ti. Sin embargo, sí que podemos mencionar algunos ingredientes que un buen texto debería tener. Aquí van algunos de los que me parecen más importantes:
- Elección de un conflicto interesante. Sobre él girará toda la historia. Si no despertamos interés sobre como se resolverá, probablemente el lector se desanime y tal vez ni siquiera termine de leer el texto.
- Generación de la atmósfera adecuada. El lector debe ver, tocar, oler, en definitiva, sentir. Tenemos que conseguir que experimente sensaciones con intensidad y en este punto es clave el generar el ambiente adecuado.
- Inclusión de segundas (o terceras) historias. Nuestro texto contará por supuesto una historia principal, pero será mucho más rico si escondida en esa historia, existe otra (u otras), dotada de mayor profundidad psicológica. Tal vez algunos lectores ni siquiera la capten, o en otros quede impregnada en su subconsciente sin ellos mismos darse cuenta. Sea como sea, muchas veces la diferencia entre un buen texto y un texto magistral es la inclusión de metáforas, símbolos, que nos cuenten esa otra historia escondida entre líneas, una historia que suele ser más importante que el argumento principal.
- Uso moderado de los adjetivos. Un error muy típico en escritores principiantes es la utilización excesiva de adjetivos, lo que al final genera una imagen borrosa y densa en el lector. Un texto ha de ser dinámico y fluido.
- Correcta elección y uso del narrador. Hay muchos tipos de narradores, cada historia pide uno diferente. La habilidad de saber elegir el más adecuado dependiendo de lo que estemos contando influirá decisivamente en el resultado final.
- Personajes creíbles. Si las acciones de un personaje no mantienen una lógica, será difícil que nuestra historia sea verosímil.
- Dosificación de la información. Siempre hay que guardar algún secreto en la manga que despierte inquietud en el lector. Debemos ir dándole datos poco a poco.
- Intensidad creciente. Siempre de menos a más.
- Presencia de indicios. Desperdigados como miguitas de pan. Indicios que en muchas ocasiones no se entenderán hasta llegar al final pero que darán mayor credibilidad a la resolución.
- Final coherente. Mucho más importante que la sorpresa en el final es la coherencia. En ocasiones, se sacrifica la credibilidad de los acontecimientos por intentar dejar al lector con la boca abierta y el resultado suele ser desastroso.
¿Estás de acuerdo? ¿Se te ocurre algún otro ingrediente que no esté incluido en esta lista?
Estoy de acuerdo, muy buenas pautas para hacer un buen relato. Me gusta y creo que esto es lo básico para empezar.
ResponderEliminarGracias, Charo. La escritura, como todo, es una cuestión de aprendizaje y esfuerzo. En este artículo solo hemos intentado hacer una pequeña síntesis con algunas de las ideas en las que debería sustentarse un relato.
ResponderEliminarEs un buen resumen, aunque a la hora de la verdad, cuesta evitar que las letras te dominen y se coloquen a su gusto...
ResponderEliminarA mí me cuesta bastante encontrar un conflicto concreto y empiezo a divagar.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo, Caminante. Una cosa es la teoría y otra la práctica... pero al menos teniendo claro lo que buscamos, es más fácil encontrarlo.
ResponderEliminarEl problema que mencionas de encontrar el conflicto puede ser una de las claves sin duda. De una buena elección en este punto dependerá en gran medida que atraigamos la atención del lector. Un saludo. Gracias por tu comentario.
Muy buen resumen. Me parece difícil, pero a la hora de corregir los borradores deberíamos tener estas normas delante xD
ResponderEliminarUn beso!
Gracias por el comentario, Lesincele. Estoy de acuerdo, es difícil. Pero tiene tanta importancia el proceso de corrección como el de la propia escritura. En ocasiones incluso más. ¡Un beso!
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